Llevas esperando la mejor ocasión para darte un descanso. Los estudios, el trabajo y la rutina diaria te tienen atrapado en un bucle de estrés del que estás deseando desconectar y coger el coche. Hoy te ofreceremos varios consejos para preparar tu coche para una escapada.
Eso sí, antes de iniciar un trayecto largo, necesitarás hacer una revisión de todo el motor para asegurarte un viaje cómodo y seguro. Puedes solicitar una cita en nuestro taller.
Comprueba la presión de los neumáticos
Las ruedas de los coches es de las partes más importantes que debes echar un vistazo antes de iniciar un viaje. Es necesario tomar precauciones para evitar sufrir un reventón y una conducción llena de riesgos. Podrás comprobar la presión de los neumáticos y el dibujo de las llantas, donde la normalidad ronda los 2 mm. Y si la presión no es la idónea, ajústala o cambia de rueda.¡Cuida tu coche para procurarle una larga vida!
Prueba el estado de las pastillas de freno
Los frenos son los dispositivos más inmediatos que nos ayudan a controlar el coche y mantener la seguridad vial. Por esta razón, pondrás especial cuidado en la revisión de su eficacia. Lo mismo harás con el acelerador y el embrague si dispone de cambio manual, responsables de su movimiento y manejo de velocidades.
Estos tres elementos los puedes comprobar con el simple tacto del pedal, viendo si resulta más duro de lo normal o si pierden su capacidad. En esos casos, debes acudir inmediatamente al taller antes de iniciar cualquier trayecto.
Observa el nivel de los líquidos
Los líquidos del coche como el aceite y el carburante resultan esenciales para el funcionamiento del motor y de toda la cadena que lo acompaña. Para comprobar sus niveles, basta con echar un vistazo a los sensores que dispones en el kilometraje.
Si se iluminan, significa que hace falta rellenarlos. Para repostar cuentas con gasolineras y en algunas ocasiones también pueden contar con aceite.
Comprueba el funcionamiento de las luces
El estado de los faros de las luces serán claves para mejorar tu visión en las carreteras. Ya no solo cuando oscurece, sino también para las temporadas con clima adverso, donde tendrás que recurrir a ellos en reiteradas ocasiones. Debes comprobar si todas las luces funcionan y no hay ninguna fundida, además de su correcta potencia.
¡No olvides el nivel de la batería!
Los conductores hacen hincapié en todos los componentes mencionados, pero la batería suele ser el más olvidado. Quizás se deba a que se esconde en el interior del motor y no se perciba a priori. Sin embargo, es la responsable de suministrar la electricidad para el correcto funcionamiento de todo el aparato.
Revisa la holgura de los cinturones de seguridad
Pasamos a la sección dedicada a la seguridad. Los cinturones de seguridad son claves para retenernos en nuestro asiento y no salir disparados hacia delante ante posibles frenazos. Para que se cumpla este propósito, debes revisar su holgura, especialmente si hace poco tuviste un accidente. Éste debe permanecer tenso cuando lo estiras bruscamente. En el momento en el que ves que sigue blando, sabes que ha perdido su eficacia y tienes que cambiarlo.
Examina el estado de los airbags
Al igual que el cinturón, cuando preparas tu coche para una escapada que debes observar el estado de los airbags antes de iniciar la marcha, y después de un incidente con mayor razón. La buena respuesta y el correcto hinchamiento de las bolsas te puede salvar la vida en el supuesto caso de que ocurra algo. Si ves que tarda en responder y están demasiado blandos, reconoces que necesita un cambio.
Dispón de elementos para emergencias
No olvides que en el maletero, en el compartimento del copiloto o dónde te resulte más cómodo y accesible debes disponer de los elementos de emergencias estrellas: un cambio de neumático, chaleco reflectante y triángulos de señalización de peligro.
Mete el equipaje y ¡arranca motores!
¿Ya está todo en orden? Espera, ¡para terminar de preparar tu coche para una escapada falta meter lo que te vayas a llevarte! Recuerda que el equipaje debe ir bien fijado en el maletero para evitar que choque con los ocupantes. Mételo de manera que no te dificulte la visibilidad trasera. En el caso de que no puedas, podrás circular, pero tienes que tener ambos retrovisores laterales puestos y aumentar la observación. Cuando todo quede en su sitio, colócate en tu asiento, abróchate el cinturón y, ¡arranca motores!
Síguenos en nuestras redes sociales para estar informado de todas las novedades:
Hay muchos motivos para que quieras ahorrar combustible. El respeto por el medio ambiente y gastar menos dinero en gasolina son algunos ejemplos.
En este post te damos 5 consejos para ahorrar combustible. Llegarás más lejos por menos.
Los neumáticos son la única parte de tu coche que está en contacto con el asfalto. Ellos son los que transmiten la potencia del motor y hacen posible que tu coche se desplace.
Además de por las razones obvias de seguridad, debes revisar periódicamente la presión de tus neumáticos porque una presión excesivamente baja hará que gastes más combustible.
Cuando tienes las ruedas menos infladas de lo conveniente, la superficie de contacto con el asfalto es mayor. Esto provoca que la resistencia que ejerce el rozamiento del suelo con tus ruedas sea mayor. La resistencia crece de forma directamente proporcional a como lo hace la superficie de contacto.
Tener muy clara la ruta que vas a realizar te ahorrará numerosos rodeos innecesarios, búsquedas de aparcamiento infinitas, atascos y por supuesto gastar más gasolina de la que deseas.
Las calles de las ciudades cambian mucho según las horas del día, las fechas, el clima y las obras. Tienes que pensar cuál es el mejor camino para llegar a tu destino antes de montarte en el coche.
Puedes usar Google Maps para ver cuál es la ruta en la que emplearás menos tiempo, normalmente también es la más económica. Los mapas de Google suelen estar actualizados y te dan información sobre el tráfico, accidentes y obras. Usa la tecnología para ahorrar.
Viajar ligero es uno de los mandamientos de los mochileros y de los turistas más experimentados. Pero también es un lema que se aplican los profesionales de las competiciones de automovilismo.
Tu coche es como un atleta, cuanto más pese y cargado vaya más le costará rendir al mismo nivel. No cargues tu coche como si fuera un trastero, el peso adicional que le añadas aumentará más de lo que piensas tus visitas a la gasolinera.
Una conducción suave y tranquila es básica para que el gasto de combustible de tu coche no se dispare. Habrás visto que en ciudad ir rápido y conducir haciendo eslalons imposibles no te hace llegar antes a los sitios. En realidad sí que llegas antes, pero a pararte en el semáforo en rojo.
Conducir previendo las acciones que hace el resto de conductores y ajustando tus maniobras con antelación, son comportamientos que te ayudarán a no tener que frenar y acelerar en exceso. Cuanto más pises el freno y el acelerador más elevado será el consumo.
Además de estar ahorrando combustible y dinero estarás cuidando tu coche y alargando su vida.
Las revoluciones del motor de tu coches son como las pulsaciones de tu corazón. A más revoluciones más pulsaciones y más esfuerzo hace. El esfuerzo de un coche se traduce en gasto de combustible.
Si lo que deseas es ahorrar combustible procura cambiar de marcha entre 2.000 y 2.500 revoluciones y utilizar siempre que puedas el freno motor para reducir la velocidad de tu vehículo de forma suave y controlada.
Ahora no te queda más que:
Verás como ahorras unos euros en gasolina.
Síguenos en nuestras redes sociales para estar informado de todas las novedades:
Hemos detectado que tu navegador está desactualizado, por favor actualízalo o utiliza otro navegador para visualizar esta web correctamente.